

sofia clevit
Creadora de Kamishibai Ateliers y escritora de Corazón Turquesa y de Jade, el laberinto de un sueño
In lakesh, ah laken, yo soy tu otro tú
La literatura que despierta el nierika (el don de ver)
Al despertar decidí cerrar el libro. Millares de auroras en mis ojos y un efecto de “bioluminiscencia” en mis neuronas. La niñez se quedaría entre los sueños al dormir y llegaba la juventud con todas sus intensidades y nuevos ciclos lunares a hacerme correr al final de todos los deseos, los deseos que me dio la literatura de aventuras. Todos esos personajes que me dieron la mano y susurraron al oído:
¡Anda, tú que respiras fuera, vete a mirar por ti misma la literatura cuando ella se hace vida!
Pero la vida llegó matizada con la mirada del otro, de aquellos que la escriben sembrándola en sus milpas, que la danzan tejiendo las palabras de la tribu, de aquellos que en sus ceremonias conocen el origen del fuego y le llaman padre o abuelo.
De pronto me di cuenta que con mis lecturas yo había sido la excluida, no fue la literatura quien me hizo excluir a los otros.
Había otra clase de vida que me escribía a mí, que me leía, y fue la de las comunidades indígenas de mi país: Recorrí desde las Barrancas del Cobre hasta las comunidades mayas, pasando por caracoles zapatistas, comunidades náhuas y huicholas.
Esa vida que vibraba confluyó en los libros que decidí escribir. Para contar esas historias de las minorías, de aquellos que nadie voltea a ver, a menos que sea para una postal de turista. Un recuerdo y ya.
La literatura se desprendió de sus ropajes finos y europeos; de sus cuentos de hadas, de sus fantasías modernas y me ha llevado a reescribir el “etnorelato”. A recuperar la cosmovisión ancestral de las comunidades primigenias de México.
A la par que escribo, voy viajando y siendo adoptada por diversas comunidades, las escribo y juntas volvemos a leer en compañía del fuego y la danza aquello que queda sobre el papel.
Mi escritura pretende hablar de esta experiencia. De cazadores de auroras mayas, de princesas encantadas convertidas en cascadas, de árboles sagrados… desde mi experiencia compartir el “in lakesh ah laken” Yo soy tu otro tú.
Porque la literatura es espejo, es nierika, despierta el “don de ver” según los huicholes.
Tengo mucho que incluir, en las redes que se tejen con el cuento del universo, ningún hilo queda fuera.
Sofía Clevit, 30 años. México.
Viajera, Escritora, Biodanzante y Tejedora.
Corazón de Jade
Sobre cómo y por qué escribí mi primer libro